Efectos en las economías latinoamericanas de la crisis subprime en EE.UU

Por: Luna Caviedes, Vladimir German PedroColaborador(es): Fuenzalida O'Shee, Darcy Elizardo (Comisión de tesis) [, prof. guía] | UTFSM. Departamento de Industrias (1994-) | UTFSM. Dirección general de Investigación y Postgrado. Programas de Magíster MBATipo de material: TextoTextoDetalles de publicación: Valparaíso: UTFSM, 2009Descripción: 62 h.: ilTema(s): CRISIS FINANCIERA -- AMERCIA LATINA | CRISIS FINANCIERA -- EE.UU | NEGOCIOS INMOBILIARIOS | BC / MEM (memorias UTFSM con resúmenes)Clasificación CDD: M 332.042 Nota de disertación: Tesis (MBA. Magíster en Gestión Empresarial) -- Prof. guía: Darcy Fuenzalida O. Tema: [Resumen del autor]Tema: La fuente de contagio más importante al que podría estar expuesto el sistema financiero frente a la crisis internacional, es de una contracción del crédito por parte de los bancos filiales de instituciones del exterior que hayan sufrido pérdidas severas. Si bien esto es algo que hasta ahora no ha ocurrido, sí es una posibilidad, y "es uno de los temas que requiere de mayor atención por nuestra parte". Se destaca que la extraordinaria actuación de los bancos centrales en materia de provisión de liquidez, ya ha comenzado a mejorar la operación de algunos de los mercados que habían sido más afectados. Al hablar sobre la adecuación del marco jurídico, al sistema financiero, a la nueva realidad económica y financiera global. "En ausencia de leyes y jurisdicciones supranacionales, será necesaria una mayor coordinación entre supervisores y autoridades financieras de distintos países, y también será necesaria una mayor armonización de los diferentes marcos jurídicos. "De otra manera, los costos por la quiebra de un banco global serían enormes y los procesos de resolución podrían tomar décadas"1. La crisis subprime ha representado pérdidas gigantescas en diversos bancos del mundo, y que la necesidad de recuperar sus índices de capitalización obligará a estas instituciones a buscar recursos adicionales. "Sin embargo, el encarecimiento del capital a escala internacional obligará también a estas instituciones a reducir sus posiciones de riesgo y líneas de negocio menos rentables, y algunas de estas medidas podrían tener impactos desfavorables sobre las políticas seguidas por las filiales, sobre las economías donde éstas se ubican." La crisis subprime está provocando un terremoto en la cotización de los productos derivados relacionados con las hipotecas, sus riesgos son distintos de los tradicionales. El auge de la vivienda ha dado pie a toda una ingeniería financiera con productos que parecían infalibles. Se ha tratado de explicar el origen de la actual crisis financiera. La causa más directa la hemos encontrado en el arbitraje ilícito de tipos de interés que promueve el actual sistema monetario basado en emisiones monopolísticas de dinero fiduciario. En otras palabras, los Bancos Centrales han favorecido, desde 2001, que la banca comercial se endeude a corto plazo para invertir a largo, provocando un proceso generalizado de malas inversiones, cuya punta de iceberg han sido las hipotecas subprime. Precisamente el estallido de la crisis financiera a partir de agosto se produce porque los mercados monetarios se colapsan y los bancos comerciales no pueden acceder al crédito a corto que necesitan para atender sus deudas a corto, dado que las inversiones a largo o bien no han madurado todavía o bien no maduraran nunca (defaults). La única respuesta que los Bancos Centrales han sabido dar a esta situación ha sido reiterar todas las nefastas políticas que nos llevaron a ella. Las consecuencias no se han hecho esperar: las materias primas se han disparado desde agosto, lo que ya comienza a traducirse en menores márgenes empresariales y en subida de los precios de los bienes de consumo. Ante ello, no podemos más que deplorar el rumbo que han adoptado los bancos centrales y la parálisis de los Gobiernos occidentales, que parecen observar la situación como si no tuviera nada que ver con ellos. Son necesarias reformas tanto a corto como a largo plazo para salir de esta incipiente crisis del mejor modo posible. Por un lado, resulta imperativo reducir impuestos y flexibilizar los mercados de factores productivos y, por otro, hay que avanzar hacia un sistema monetario libre, donde ninguna autoridad ostente el monopolio sobre la emisión de dinero.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)

CD Rom incluye tesis en formato pdf

Tesis (MBA. Magíster en Gestión Empresarial) -- Prof. guía: Darcy Fuenzalida O.

h. 60 - 62

[Resumen del autor]

La fuente de contagio más importante al que podría estar expuesto el sistema financiero frente a la crisis internacional, es de una contracción del crédito por parte de los bancos filiales de instituciones del exterior que hayan sufrido pérdidas severas. Si bien esto es algo que hasta ahora no ha ocurrido, sí es una posibilidad, y "es uno de los temas que requiere de mayor atención por nuestra parte". Se destaca que la extraordinaria actuación de los bancos centrales en materia de provisión de liquidez, ya ha comenzado a mejorar la operación de algunos de los mercados que habían sido más afectados. Al hablar sobre la adecuación del marco jurídico, al sistema financiero, a la nueva realidad económica y financiera global. "En ausencia de leyes y jurisdicciones supranacionales, será necesaria una mayor coordinación entre supervisores y autoridades financieras de distintos países, y también será necesaria una mayor armonización de los diferentes marcos jurídicos. "De otra manera, los costos por la quiebra de un banco global serían enormes y los procesos de resolución podrían tomar décadas"1. La crisis subprime ha representado pérdidas gigantescas en diversos bancos del mundo, y que la necesidad de recuperar sus índices de capitalización obligará a estas instituciones a buscar recursos adicionales. "Sin embargo, el encarecimiento del capital a escala internacional obligará también a estas instituciones a reducir sus posiciones de riesgo y líneas de negocio menos rentables, y algunas de estas medidas podrían tener impactos desfavorables sobre las políticas seguidas por las filiales, sobre las economías donde éstas se ubican." La crisis subprime está provocando un terremoto en la cotización de los productos derivados relacionados con las hipotecas, sus riesgos son distintos de los tradicionales. El auge de la vivienda ha dado pie a toda una ingeniería financiera con productos que parecían infalibles. Se ha tratado de explicar el origen de la actual crisis financiera. La causa más directa la hemos encontrado en el arbitraje ilícito de tipos de interés que promueve el actual sistema monetario basado en emisiones monopolísticas de dinero fiduciario. En otras palabras, los Bancos Centrales han favorecido, desde 2001, que la banca comercial se endeude a corto plazo para invertir a largo, provocando un proceso generalizado de malas inversiones, cuya punta de iceberg han sido las hipotecas subprime. Precisamente el estallido de la crisis financiera a partir de agosto se produce porque los mercados monetarios se colapsan y los bancos comerciales no pueden acceder al crédito a corto que necesitan para atender sus deudas a corto, dado que las inversiones a largo o bien no han madurado todavía o bien no maduraran nunca (defaults). La única respuesta que los Bancos Centrales han sabido dar a esta situación ha sido reiterar todas las nefastas políticas que nos llevaron a ella. Las consecuencias no se han hecho esperar: las materias primas se han disparado desde agosto, lo que ya comienza a traducirse en menores márgenes empresariales y en subida de los precios de los bienes de consumo. Ante ello, no podemos más que deplorar el rumbo que han adoptado los bancos centrales y la parálisis de los Gobiernos occidentales, que parecen observar la situación como si no tuviera nada que ver con ellos. Son necesarias reformas tanto a corto como a largo plazo para salir de esta incipiente crisis del mejor modo posible. Por un lado, resulta imperativo reducir impuestos y flexibilizar los mercados de factores productivos y, por otro, hay que avanzar hacia un sistema monetario libre, donde ninguna autoridad ostente el monopolio sobre la emisión de dinero.

2