Impacto de los factores que determinan la competitividad sobre el desarrollo humano y la distribución del ingreso

Por: Mendoza Jordán, Sergio AndrésColaborador(es): Arata Andreani, Adolfo (Comisión de tesis) [, prof. guía] | Arata Bozzolo, Alessio Fabiano(Comisión de tesis) [prof.corref.] | UTFSM. Departamento de Industrias (1994-)Tipo de material: TextoTextoDetalles de publicación: Valparaíso : UTFSM , 2006Descripción: 132 h. : ilTema(s): DESARROLLO SOCIAL | DISTRIBUCION DEL INGRESO | DESARROLLO ECONÓMICO | BC / MEM (memorias UTFSM con resúmenes) | BC / MEM (memorias UTFSM con resúmenes)Clasificación CDD: M 330.9 Nota de disertación: Tesis (Ing. Civil Industrial)-- Prof. guía: Adolfo Arata Andreani; prof. corref. : Alessio Fabiano Arata Bozzolo Tema: [Resumen del autor]Tema: La identificación de factores asociados a la competitividad se presenta como eje central de esta investigación, si bien existen distintas alternativas para medir esta variable, el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum (WEF) con su Índice de Competitividad Global (ICG) entrega la mejor alternativa en cuanto a disponibilidad de información, cobertura de datos, validez técnica y diversidad de factores. Si bien dicho informe incluye otros dos índices más; el de Crecimiento y el de Negocios, donde el primero hace referencia a aspectos macroeconómicos de los países mientras que el segundo busca explicar aspectos microeconómicos básicos, estos son descartados para el análisis optando por el ICG dada su cobertura global en ambos aspectos. Dentro de las variables a analizar de manera paralela tenemos el desarrollo humano y la distribución del ingreso. La primera nace bajo el alero del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y es cuantificada a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH) el que trata de mediar de alguna forma el nivel de bienestar de los habitantes de un país en base a tres subíndices; educación, esperanza de vida e ingreso. En cuanto a la consideración de la distribución del ingreso, el coeficiente de Gini es el indicador que mejor se ajusta en este caso, esto dado principalmente por sus características funcionales así como por su disponibilidad para diversos países. Dicho coeficiente basa su composición en la curva de Lorenz, una forma gráfica de mostrar la distribución del ingreso en una población. En ella se relacionan los porcentajes acumulados de población con porcentajes acumulados del ingreso que esta población recibe. La correcta definición del alcance de cada una de estas variables con el desarrollo económico es clave para la comprensión de buena parte de los resultados obtenidos, en el caso del desarrollo humano dicho alcance se encuentra dado de manera directa a través de sus sub índices, en especial el que hace referencia al ingreso. Sin embargo, pese a la existencia de este vínculo es necesario recalcar que este no es automático. Incluso el impacto del desarrollo económico sobre el desarrollo humano se da de manera más marcada en países con bajos niveles de ingreso, disminuyendo el impacto a medida que aumenta la riqueza de un país. En el caso de la competitividad, la relación con el desarrollo económico variará de menor forma dependiendo del índice que se considere, en el caso del ICG la relación existente es notoria sin embargo la causalidad en los indicadores que componen este índice no es clara. La relación entre desarrollo económico y desigualdades ha sido foco de diversas teorías, dos de estas aparecen como las que mayor consenso logran dentro del mundo académico. Una que toma en consideración que las desigualdades son inevitables en las primeras fases de desarrollo, ya que facilitan un rápido crecimiento económico. La otra escuela de pensamiento señala que el bajo nivel de vida de las clases bajas ocasiona un deterioramiento de la economía y por consiguiente un crecimiento económico menos dinámico. De esta forma el principal problema de los países pobres reside en la alternativa entre crecimiento y distribución del ingreso. Esto puesto que el desarrollo requiere una mayor o menor concentración de capital, ya que ducha situación será la que permitirá la creación de condiciones más acordes. Pero lo verdTema: aderamente importante es saber cómo hay que distribuir los frutos del rápido crecimiento económico entre una inmensa mayoría de la población. El análisis de regresiones se realiza paralelamente para el desarrollo humano y la distribución del ingreso, teniendo como variable explicativa la competitividad a través del ICG, sus subíndices, pilares y factores. En el caso del desarrollo humano se aprecia una relación con aquellos factores que buscan cuantificar ciertos aspectos del nivel de salud y educación de los países, sin embargo esto se da debido a que ambos índices, tanto el IDH como el ICG consideran agentes comunes en estos aspectos. En el caso de la distribución del ingreso la relación con la competitividad a nivel global, si bien aparece en niveles desagregamos del índice, está dada principalmente por componentes de tipo educacional. Sin embargo, considerando el criterio empleado por el WEF para separar los países en etapas de desarrollo vemos que la relación comienza a darse en distintos niveles. En el caso de aquellos países menos desarrollados la existencia de algún grado de dependencia se da a niveles de factores educacionales, mientras que los que se encuentran en una etapa intermedia de desarrollo presentan dicha correspondencia a niveles de pilares de competitividad, pero también en aspectos educacionales. Para los países más desarrollados, la competitividad muestra un grado de correlación a nivel de sub índices, encontrándose que a diferencia de lo dado para las otras etapas, en este caso son factores asociados a niveles impositivos los que impactan de mayor manera en las desigualdades. Finalmente se plantea la relación entre desigualdad, salud y educación de manera de corroborar las diversas teorías existentes que buscan en estas dos últimas variables la causa de los niveles de desigualdad en muchos países. Dándose que el comportamiento entre desigualdad y salud, y desigualdad y educación es bastante similar, mostrándose una tendencia clara en que aquellos países que presentan buenos indicadores de salud y educación exhiben una desigualdad bajo el promedio, mientras que la mayoría de los países con malos indicadores muestran niveles altos de desigualdad.
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Tesis (Ing. Civil Industrial)-- Prof. guía: Adolfo Arata Andreani; prof. corref. : Alessio Fabiano Arata Bozzolo

h. 117

[Resumen del autor]

La identificación de factores asociados a la competitividad se presenta como eje central de esta investigación, si bien existen distintas alternativas para medir esta variable, el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum (WEF) con su Índice de Competitividad Global (ICG) entrega la mejor alternativa en cuanto a disponibilidad de información, cobertura de datos, validez técnica y diversidad de factores. Si bien dicho informe incluye otros dos índices más; el de Crecimiento y el de Negocios, donde el primero hace referencia a aspectos macroeconómicos de los países mientras que el segundo busca explicar aspectos microeconómicos básicos, estos son descartados para el análisis optando por el ICG dada su cobertura global en ambos aspectos. Dentro de las variables a analizar de manera paralela tenemos el desarrollo humano y la distribución del ingreso. La primera nace bajo el alero del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y es cuantificada a través del Índice de Desarrollo Humano (IDH) el que trata de mediar de alguna forma el nivel de bienestar de los habitantes de un país en base a tres subíndices; educación, esperanza de vida e ingreso. En cuanto a la consideración de la distribución del ingreso, el coeficiente de Gini es el indicador que mejor se ajusta en este caso, esto dado principalmente por sus características funcionales así como por su disponibilidad para diversos países. Dicho coeficiente basa su composición en la curva de Lorenz, una forma gráfica de mostrar la distribución del ingreso en una población. En ella se relacionan los porcentajes acumulados de población con porcentajes acumulados del ingreso que esta población recibe. La correcta definición del alcance de cada una de estas variables con el desarrollo económico es clave para la comprensión de buena parte de los resultados obtenidos, en el caso del desarrollo humano dicho alcance se encuentra dado de manera directa a través de sus sub índices, en especial el que hace referencia al ingreso. Sin embargo, pese a la existencia de este vínculo es necesario recalcar que este no es automático. Incluso el impacto del desarrollo económico sobre el desarrollo humano se da de manera más marcada en países con bajos niveles de ingreso, disminuyendo el impacto a medida que aumenta la riqueza de un país. En el caso de la competitividad, la relación con el desarrollo económico variará de menor forma dependiendo del índice que se considere, en el caso del ICG la relación existente es notoria sin embargo la causalidad en los indicadores que componen este índice no es clara. La relación entre desarrollo económico y desigualdades ha sido foco de diversas teorías, dos de estas aparecen como las que mayor consenso logran dentro del mundo académico. Una que toma en consideración que las desigualdades son inevitables en las primeras fases de desarrollo, ya que facilitan un rápido crecimiento económico. La otra escuela de pensamiento señala que el bajo nivel de vida de las clases bajas ocasiona un deterioramiento de la economía y por consiguiente un crecimiento económico menos dinámico. De esta forma el principal problema de los países pobres reside en la alternativa entre crecimiento y distribución del ingreso. Esto puesto que el desarrollo requiere una mayor o menor concentración de capital, ya que ducha situación será la que permitirá la creación de condiciones más acordes. Pero lo verd

aderamente importante es saber cómo hay que distribuir los frutos del rápido crecimiento económico entre una inmensa mayoría de la población. El análisis de regresiones se realiza paralelamente para el desarrollo humano y la distribución del ingreso, teniendo como variable explicativa la competitividad a través del ICG, sus subíndices, pilares y factores. En el caso del desarrollo humano se aprecia una relación con aquellos factores que buscan cuantificar ciertos aspectos del nivel de salud y educación de los países, sin embargo esto se da debido a que ambos índices, tanto el IDH como el ICG consideran agentes comunes en estos aspectos. En el caso de la distribución del ingreso la relación con la competitividad a nivel global, si bien aparece en niveles desagregamos del índice, está dada principalmente por componentes de tipo educacional. Sin embargo, considerando el criterio empleado por el WEF para separar los países en etapas de desarrollo vemos que la relación comienza a darse en distintos niveles. En el caso de aquellos países menos desarrollados la existencia de algún grado de dependencia se da a niveles de factores educacionales, mientras que los que se encuentran en una etapa intermedia de desarrollo presentan dicha correspondencia a niveles de pilares de competitividad, pero también en aspectos educacionales. Para los países más desarrollados, la competitividad muestra un grado de correlación a nivel de sub índices, encontrándose que a diferencia de lo dado para las otras etapas, en este caso son factores asociados a niveles impositivos los que impactan de mayor manera en las desigualdades. Finalmente se plantea la relación entre desigualdad, salud y educación de manera de corroborar las diversas teorías existentes que buscan en estas dos últimas variables la causa de los niveles de desigualdad en muchos países. Dándose que el comportamiento entre desigualdad y salud, y desigualdad y educación es bastante similar, mostrándose una tendencia clara en que aquellos países que presentan buenos indicadores de salud y educación exhiben una desigualdad bajo el promedio, mientras que la mayoría de los países con malos indicadores muestran niveles altos de desigualdad.

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