Anonymous Roland Emerich

Por: Emmerich, Roland [5]Tipo de material: PelículaPelículaEditor: Reino Unido : Columbia Pictures, 2011Descripción: 1 DVD (aproximadamente 130 minutos)Tipo de contenido: imagen en movimiento bidimensional Tipo de medio: proyectado Tipo de portador: videodiscoTema(s): PELICULAS CINEMATOGRAFICAS -- DRAMAClasificación CDD: 791.4372 Resumen: Inglaterra Isabelina, siglo XVI. El film plantea una cuestión que, durante siglos, han debatido académicos y grandes escritores desde Mark Twain y Charles Dickens hasta Henry James y Sigmund Freud: ¿quién fue el autor de las obras de teatro atribuidas tradicionalmente a William Shakespeare? Se han escrito muchos libros y se han barajado muchas hipótesis al respecto, entre ellas la que ofrece Anonymous. La Inglaterra Isabelina fue un época de intrigas, de amoríos cortesanos ilícitos, de conspiraciones promovidas por una nobleza ávida de poder; y todo ello quedaba reflejado en el lugar más inesperado: el teatro londinense.
Lista(s) en las que aparece este ítem: Audiovisuales-Películas SV
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Colección número de clasificación Copia número Estado Fecha de vencimiento Código de barras
DVD DVD Biblioteca Sede Viña del Mar
Audiovisuales DVD 791.4372 A615 2011 (Navegar estantería(Abre debajo)) 1 Disponible 3560901065856

Inglaterra Isabelina, siglo XVI. El film plantea una cuestión que, durante siglos, han debatido académicos y grandes escritores desde Mark Twain y Charles Dickens hasta Henry James y Sigmund Freud: ¿quién fue el autor de las obras de teatro atribuidas tradicionalmente a William Shakespeare? Se han escrito muchos libros y se han barajado muchas hipótesis al respecto, entre ellas la que ofrece Anonymous. La Inglaterra Isabelina fue un época de intrigas, de amoríos cortesanos ilícitos, de conspiraciones promovidas por una nobleza ávida de poder; y todo ello quedaba reflejado en el lugar más inesperado: el teatro londinense.